El Domingo, 24 de octubre del 2010 el Periódico publicó en Contraportada una entrevista con Antoni Biada.
Es el sexto descendiente directo de Miquel Biada, impulsor hace 162 años de la línea ferroviaria entre Mataró y Barcelona, la primera de España. Antoni Biada (Barcelona, 1972) es consultor de márketingon line. Durante la crisis de las empresas puntocom, se puso a indagar en la historia de su antepasado y descubrió que tenían mucho en común. El tren e internet han revolucionado las comunicaciones en época de crisis.
-¿Cree en la reencarnación?
-La verdad es que no.
-Pues su historia tiene un aire a la de supentabuelo.
-Para mí, él es un referente de innovación. En 1837, desde Cuba, decidió promover una nueva tecnología, el tren, en un momento en que la revolución industrial no había llegado a Catalunya. Yo empecé a hacer páginas web en 1997, cinco años después de que apareciera la primera. En 1998 entregué, en un disquete, la web del Ministerio de Justicia. Ahora trabajo con estrategias de neuromárketing en la red.
-Los obstáculos que han vencido no son los mismos.
-Ambos nos enfrentamos al miedo
-¿Miedo al progreso?
-En la época de Miquel Biada había estudios médicos que decían que el traqueteo del tren produciría enfermedades nerviosas, que era un monstruo que se comía niños para funcionar, que las chispas provocarían incendios en los campos. Incluso que dentro de la locomotora había caballos que hacían avanzar los carruajes. A mí me toca vencer las reservas a las nuevas tecnologías.
-¿Como cuáles?
-Muchos clientes son reticentes a entrar en las redes sociales por miedo a los comentarios negativos, cuando es una oportunidad de negocio.
-Miedo infundado, dirá usted.
-Sí. Si mi antepasado viviera hoy, estaría en Facebook y Twitter, tendría un blog y una página web. También existe un paralelismo entre los momentos económicos.
-¿Unidos por las crisis?
-El proyecto del tren se alumbró en tiempos de bonanza económica pero, a medida que avanzaba, explotó la burbuja ferroviaria, como hoy lo ha hecho la burbuja inmobiliaria. Hubo nerviosismo, cerraban bancos y navieras, los inversores catalanes no se comprometían, y los ingleses implicados en el proyecto dijeron que si aquí no se ponían las pilas, se retiraban.
-A usted le han pescado otros malos tiempos.
-En el 2000 ya me pescó la crisis de las puntocom. De hecho, fue a raíz de esa crisis cuando redescubrí la vida de Miquel Biada. Me interesó saber cómo logró salir de la suya.
-¿Y cómo logró salirse?
-Con tenacidad y trabajo. Reunió a 12 accionistas y consiguió el capital necesario. Él enseña que solo se sale de una crisis sacándole más jugo a los recursos disponibles.
-Biada amasó una fortuna en La Habana. Algo le habrá llegado…
-¡Nada! Destinó parte de su fortuna al tren. Luego hubo una crisis del carbón y su primer descendiente fulminó lo que quedaba.
-¿No hay casa de indiano ni joyas ni cofre con pepitas de oro?
-Solo conservo un libro de cuentas de la empresa que montó en Cuba, en el que se dice que exportaba tabaco y cacao de la isla e importaba tejidos, mármol y garbanzos.
-Oiga, ¿hasta su crisis no se había interesado por aquel prohombre?
-Antes no me había parado en su historia porque en casa no se hablaba apenas de él ni del tren.
-Qué extraño, ¿no?
-Pero, a partir de entonces, fundé el Cercle Històric Miquel Biada. Hace seis años montamos un encuentro de Biadas y, un año más tarde, uno de descendientes de la primera junta. Fue muy divertido. El próximo jueves se celebra en la plaza de Miquel Biada de Mataró la ofrenda floral con motivo del 162º aniversario del primer ferrocarril.
-Viajará usted en tren, imagino.
-Poco, la verdad. Me encanta pero no es operativo. Llegan tarde, no están bien cuidados. Deberíamos de tener una red de Cercanías de primera. Es una lástima porque el tren es el transporte más ecológico. Si Miquel Biada levantara la cabeza, se quedaría parado al ver que, 162 años después, el medio de futuro es el ferrocarril. El futuro pasa por el ferrocarril e internet. Todo queda en familia.
-¿Qué tal va la página web de su antepasado, www.biada.com?
-Está muy bien situada. Lo curioso es que el segundo país en entradas es China. No sé yo qué querrá decir biada en chino…